El mundo de la cosmética se ha revolucionado desde que la bruma facial ha llegado para quedarse. Y es que incluso en el bolso podemos llevarla para aplicarla en cualquier lugar y en cualquier momento.
A un precio asequible para todos los bolsillos, no hay marca de cosmética que no la haya incorporado a su catálogo, y es que los beneficios y usos de la bruma facial son tantos, que todo aquel que la prueba repite.
Sigue leyendo para saber más a cerca de la bruma facial, los diferentes tipos que puedes encontrar y cómo y cuándo usarla.
¿Qué es una bruma facial?
La bruma facial, o también conocida como face mist, es un producto cosmético en formato spray pensado para aplicar en cualquier momento y para diferentes necesidades de la piel, gracias a su gran versatilidad.
Para su aplicación, únicamente se debe vaporizar a unos centímetros del rostro, con los ojos cerrados. No es necesario trabajarla para su filtración, ya que sus nanopartículas acuosas facilitan su absorción, y su formato spray la reparte homogéneamente por todo el rostro. Además, su tamaño la convierte en un producto de fácil transporte, pudiendo llevarla en nuestro bolso en cualquier momento del día.
Puede llegar a confundirse en ocasiones con el agua termal, aunque la bruma facial está compuesta por diferentes activos, dependiendo de su función, además de su composición acuosa.
¿Para qué sirve la bruma facial?
Si no te animas a hacer uso de ella porque no sabes para qué sirve la bruma facial, debes saber que su principal función es la de mejorar el aspecto de la piel. Esta se encargará de ayudarte a mantener tu rostro refrescado, hidratado y jugoso, haciéndolo sentir más cómodo y con mejor aspecto, además de cubrir las diferentes necesidades que tenga de sequedad, irritación, desequilibrio, etc.
¿Son aptas para todos los tipos de piel?
La respuesta es SI, las brumas faciales son aptas para todo tipo de pieles. Aunque debes saber que, depende del tipo de piel que tengas, deberás decantarte por un tipo de bruma facial u otra.
En el caso de las pieles secas, las cuales disponen de menor capacidad de retención de hidratación, deberán optar por brumas faciales con humectantes en su composición, como ocurre con la bruma facial con ácido hialurónico. Sin embargo, en contraposición, las pieles grasas deberán decantarse por brumas faciales matificantes y astringentes, las cuales les ayuden a controlar su seboregulación.
Tipos de bruma facial:
Como bien indicábamos anteriormente, dependiendo de la necesidad de la piel que queramos cubrir, deberemos optar por un tipo de bruma facial u otra. Y es que podemos encontrar muchos tipos de brumas faciales según su composición y función:
-Bruma hidratante facial:
Puede que este sea el tipo de bruma más usada, dado que el extra de hidratación que aporta a nuestro rostro nos proporciona sensación de confort y frescor, haciendo que las inclemencias del tiempo (tanto el calor en verano como el frío y sequedad en invierno) sean más llevaderas y afecten menos a nuestro rostro. Para ello, la bruma hidratante facial está formulada con activos humectantes como el ácido hialurónico, los cuales ayudan a mantener las reservas de hidratación y evitar su evaporación.
-Bruma facial solar:
Y si lo que nos preocupa es la exposición solar y sus posibles efectos sobre nuestra piel, a la vez que refrescamos nuestro rostro, podemos protegernos del sol con una bruma facial solar, la cual nos ayuda a evitar las quemaduras solares con su filtro de protección. Se trata de protectores solares en formato bruma, usualmente resistentes al agua y a la sudoración, facilitando su reaplicación en cualquier momento del día.
-Bruma fijadora de maquillaje:
Estas brumas faciales están indicadas para ayudarnos a fijar nuestro maquillaje, para que permanezca intacto el mayor tiempo posible. Actúan como un velo sobre el maquillaje, evitando que se transfiera o mueva, a la misma vez que nos aporta ese extra de hidratación y frescor, que a veces nos resulta difícil aplicar una vez hemos maquillado el rostro.
-Bruma facial calmante:
Este tipo de bruma está especialmente pensado para pieles sensibles, las cuales suelen ser más reactivas que las pieles normales y están más alteradas, ya que además de hidratarlas las calma y proporciona confort. Las brumas faciales calmantes también están indicadas para momentos posteriores a procesos depilatorios o exposiciones solares, proporcionando hidratación y frescor, y calmando la irritación del momento.
-Bruma anti-edad:
Por su parte, esta bruma está formulada con activos antiedad, los cuales, junto a la hidratación del rostro, proporcionan efectos preventivos de envejecimiento, retrasando así el deterioro de la piel.
-Bruma equilibrante:
Por último, este tipo de brumas faciales ayudan a las pieles normales/mixtas y grasas a equilibrar su producción de sebo y su pH, mejorando así el estado de la piel del rostro y contribuyendo a reducir la aparición de imperfecciones.
¿Cuándo aplicarla?
Si ya tienes claro qué tipo de bruma facial es la que necesitas, ahora solo debes saber cuándo aplicarla. Y es que este cosmético se puede aplicar en cualquier momento del día, ya que puedes aplicarlo antes de tu tratamiento habitual o incluso después de este, sin importar si es de día o de noche, en cualquier estación del año, e incluso después del maquillaje, ya que te ayudará a fijarlo.
De modo que ahora que ya sabemos qué es la bruma facial, los diferentes tipos de brumas faciales que podemos encontrar y cómo y cuándo aplicarlas, ya puedes dirigirte a tu perfumería de confianza Paco Perfumerías y adquirir la tuya. En cuanto la pruebes no podrás dejar de usarla.