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Polvos matificantes: ¿Para qué sirven y cómo aplicarlos según tu piel?

¿Alguna vez has sentido que tu piel brilla demasiado y tu maquillaje se desvanece rápido? Los polvos matificantes pueden ser la solución que estabas buscando. En este artículo descubrirás para qué sirven los polvos matificantes, cómo utilizarlos correctamente y por qué se han convertido en un imprescindible para mantener una piel fresca y un maquillaje duradero.

Función principal de los polvos matificantes

Los polvos matificantes son un aliado fundamental para quienes desean controlar el brillo excesivo y la grasa en la piel, especialmente en zonas como la zona T (frente, nariz y mentón). Estos polvos actúan absorbiendo el exceso de sebo y reduciendo el brillo que puede hacer que el maquillaje parezca corrido o poco uniforme. 

Además, aportan un acabado mate que unifica el tono y la textura de la piel, ayudando a disimular poros y pequeñas imperfecciones. Pero su función no se limita solo a esto: también prolongan la duración del maquillaje, evitando que se desvanezca rápidamente por la grasa natural de la piel o el sudor. Así, consigues un rostro fresco y cuidado desde la mañana hasta la noche, sin necesidad de retoques constantes.

Controlar el brillo y la grasa en la piel

Una de las principales razones por las que se usan los polvos matificantes es su capacidad para controlar el brillo causado por la producción de grasa. La piel mixta o grasa suele generar ese efecto “aceitoso” que puede incomodar y afectar la apariencia del maquillaje. Al aplicar estos polvos, el exceso de sebo se absorbe al instante, dejando una textura suave y sin brillos que favorece una apariencia natural y saludable. Este efecto mate es muy valorado no solo en personas con piel grasa, sino también en aquellas con piel normal que quieren evitar brillos en situaciones de calor o humedad.

Unificar el acabado del maquillaje para un aspecto mate

Más allá de controlar la grasa, los polvos matificantes ayudan a dar un acabado más profesional y uniforme al maquillaje. Si alguna vez has notado que tu base de maquillaje se ve desigual o con zonas brillantes, aplicar polvos matificantes puede transformar el aspecto final. 

Actúan como un “fijador” ligero que asienta la base y otros productos, suavizando la piel y creando un lienzo perfecto para cualquier otro maquillaje, como rubores y sombras. De esta forma, el rostro se ve fresco, sin reflejos no deseados, y con un tacto aterciopelado.

Prolongar la duración del maquillaje durante el día

Un beneficio clave de los polvos matificantes es que ayudan a que el maquillaje dure mucho más tiempo. Gracias a su poder absorbente y a la fijación que aportan, evitan que la base se mezcle con la grasa de la piel y se desplace, lo que suele provocar que el maquillaje se borre o acumule en ciertas zonas. 

Además, esta fijación es esencial en climas cálidos o para personas con jornadas largas, pues mantiene el rostro impecable sin necesidad de retocar continuamente. Así, podrás salir de casa con la seguridad de que tu piel estará mate y tu maquillaje intacto durante horas.

Cómo aplicar correctamente los polvos matificantes

Generalmente, los polvos matificantes se aplican justo después de la base y el corrector para sellar el maquillaje y controlar el brillo excesivo. Sin embargo, para obtener un acabado más natural y duradero, te recomendamos seguir estos pasos que harán que tu rutina sea mucho más efectiva.

Paso 1 – Hidratación previa para evitar resequedad

Antes de aplicar cualquier maquillaje, hidrata bien tu piel con una crema adecuada a tu tipo de piel. Esto es fundamental para evitar que el maquillaje se reseque o cuartee, logrando un acabado más suave y confortable.

Paso 2 – Aplicación de base y corrector para unificar la piel

Aplica tu base de maquillaje de forma uniforme para cubrir imperfecciones como granitos, manchas o poros abiertos. No olvides usar corrector en las zonas que lo requieran, especialmente en el contorno de ojos para iluminar y disimular ojeras.

Paso 3 – Aplicar polvos matificantes en zona “T”

Una vez que la base y el corrector estén bien asentados, llega el momento de los polvos matificantes. Utiliza una brocha grande y suave o la esponja que suele venir con el producto para extenderlos con movimientos circulares y ligeros. Comienza por la frente, sigue por la nariz y termina en la barbilla, es decir, en la zona “T”, que es donde más se suele acumular el brillo.

Paso 4 – Reaplicar suavemente en áreas necesarias sin recargar

Si notas que algunas áreas necesitan un extra de control de grasa o fijación, puedes reaplicar una pequeña cantidad de polvo con una brocha limpia, siempre con suavidad para no recargar el maquillaje ni crear efecto “polvoriento”.

Paso 5 – Retocar durante el día con polvos compactos o papeles matificantes

Para retoques rápidos durante el día, lo ideal es usar polvos compactos o papeles matificantes que permiten absorber el brillo sin alterar el maquillaje y sin dar un aspecto pesado al rostro.

Seguir estos pasos te ayudará a conseguir un acabado mate, natural y duradero, con la piel fresca y el maquillaje intacto durante horas. ¿Quieres descubrir qué polvos matificantes de Paco Perfumerías se adaptan mejor a ti?

Cuándo reaplicar para mantener el efecto mate

Durante el día, es normal que la piel vuelva a generar brillo, especialmente en pieles grasas o en días calurosos. Por eso, reaplicar los polvos matificantes puede ser necesario para mantener el efecto mate. La mejor forma es usar una brocha limpia y aplicar una pequeña cantidad solo en las áreas que lo requieran, sin sobrecargar. También existen polvos matificantes compactos o en formato blotting paper que facilitan los retoques sin alterar el maquillaje. Así, mantendrás un aspecto fresco y cuidado sin esfuerzo.

Recomendaciones según tipo de piel

Antes de elegir tus polvos matificantes, es súper importante que conozcas bien tu tipo de piel. Cada piel es un mundo y necesita cuidados especiales para lucir saludable y bonita. Usar el producto que no encaja con tu piel puede hacer que se reseque, que brille más de lo que quieres o incluso que se irrite. Así que tomarte un momento para saber si tu piel es seca, mixta, grasa o sensible te ayudará a escoger el polvo perfecto que deje tu rostro fresco, natural y listo para todo el día.

  • Piel grasa: Opta por polvos matificantes con control de sebo y efecto duradero, como los polvos compactos oil-free, que absorben el exceso de grasa sin resecar la piel. Son ideales para mantener el rostro mate durante todo el día, incluso en climas cálidos.
  • Piel mixta: Elige polvos que ofrezcan un equilibrio entre hidratación y matificación. Los polvos sueltos con una textura ligera suelen funcionar muy bien, ya que controlan el brillo en la zona T sin dejar sensación pesada.
  • Para piel seca o sensible: Prefiere polvos matificantes que además aporten un toque de hidratación o que sean formulados con ingredientes calmantes. Así evitarás que la piel se vea acartonada o reseca y conservarás un acabado natural y luminoso.
  • Para un acabado profesional: Los polvos translúcidos son perfectos para fijar el maquillaje sin alterar el tono natural de la piel. Son muy versátiles y recomendados para todo tipo de pieles, especialmente si buscas un efecto mate muy suave y natural.

Incorporar estos pasos a tu rutina puede transformar tu piel, aportando un efecto mate impecable que dura todo el día. 

¿Te animas a probarlos y descubrir el poder de un acabado sin brillos? En Paco Perfumerías encontrarás una selección de polvos matificantes ideales para cada tipo de piel y necesidad. ¡Anímate a dar el paso y luce un rostro fresco y radiante todos los días!

¿Qué son los polvos matificantes y cómo ayudan a mi piel?

Los polvos matificantes son productos diseñados para controlar el brillo y el exceso de grasa en la piel. Actúan absorbiendo el sebo y proporcionando un acabado mate. Son ideales para quienes tienen la piel grasa o mixta, especialmente en la zona T (frente, nariz y mentón), y también ayudan a prolongar la duración del maquillaje durante el día.

¿Cómo debo aplicar los polvos matificantes para obtener el mejor resultado?

Para un acabado duradero, primero aplica tu base y corrector. Luego, con una brocha o esponja, distribuye los polvos matificantes en la zona T, donde el brillo es más evidente. Si es necesario, puedes reaplicar a lo largo del día, especialmente en áreas que tienden a volverse brillantes.

¿Qué tipo de polvos matificantes debo elegir según mi tipo de piel?

Si tienes piel grasa, opta por polvos que controlen el exceso de sebo. Para piel mixta, elige polvos ligeros que ofrezcan un equilibrio entre hidratación y matificación. En el caso de piel seca o sensible, busca fórmulas que aporten hidratación adicional y eviten la resequedad.

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