Saltar al contenido
Paco Perfumerías Blog

Consejos y claves para usar las cremas reductoras de abdomen

Elimina la grasa localizada de tu abdomen con las mejores cremas reductoras de abdomen


Visita nuestra tienda

La acumulación de grasa en el abdomen (grasa abdominal) es un problema estético que afecta a una gran parte de la población y para muchas personas puede suponer un serio problema de autoestima —incluso ocasionar problemas de salud más serios, dependiendo de la cantidad acumulada—. Y es que, con el tiempo, los mecanismos para eliminar los lípidos en el tejido adiposo por parte del organismo van disminuyendo su eficacia, lo que hace que resulte más difícil acabar con la grasa abdominal, lo que inevitablemente supone un aumento más rápido de peso. Afortunadamente para facilitarnos la eliminación de las grasas acumuladas podemos encontrar unos cosméticos específicos que resultan de gran utilidad, estos son las cremas reductoras de abdomen o el gel quema grasa. En este artículo te explicamos en qué consisten estos productos y los consejos más importantes para hacer uso de ellos de manera adecuada. ¡Sigue leyendo para saber más!

¿Qué son las cremas reductoras de abdomen?

Las cremas reductoras son un tipo de cosméticos que se utilizan para ayudar a llevar a cabo la lipólisis —o lo que es lo mismo, la quema de grasa—. Estas actúan activando la circulación y evitando la absorción de la misma. Además, ponen a trabajar a los adipocitos —o células grasas que forman parte del tejido adiposo— para que esta sea descompuesta cuanto antes, y así poder desecharla de nuestro organismo. Sumado a esta importante acción de las cremas o geles quema grasa se encuentran también otras funciones que pueden resultar muy útiles, como la acción reafirmante del tono de piel, una mejora de la celulitis e incluso una función de hidratación y nutrición de la piel. En resumen, estas cremas sirven para disolver y eliminar las grasas a través del sistema linfático y, además, pueden combinar otras funciones. Ten en cuenta, así mismo, que existen tres tipos de cremas reductoras del abdomen diferentes, en función de los tipos de celulitis o grasa localizada presente en esta parte del cuerpo. Los tipos de celulitis son los siguientes:

  • Celulitis edematosa: La celulitis edematosa tiene lugar como consecuencia de un trastorno en el sistema linfático. Es conocida como la famosa primera piel de naranja.
  • Celulitis adiposa: Aparece por un exceso de grasa que conlleva a la acumulación de células adiposas bajo la hipodermis. Suele encontrarse en glúteos, muslos, caderas, cartucheras, vientre y parte interna de las rodillas.
  • Celulitis fibrosa: Se forma por células de colágeno que rodean a las células adiposas y que se quedan agarradas a la piel. Presente en los casos de piel de naranja más dura, debido a la encapsulación de la grasa.

La crema reductora —o el gel quema grasa— puede estar centrada en tratar un tipo de celulitis específico o en ofrecer un tratamiento para todo tipo de celulitis, dependiendo de las necesidades de cada persona.

Claves y consejos para hacer uso de las cremas reductoras de abdomen

Ahora que ya sabes qué son las cremas reductoras vamos a explicarte cómo debes hacer uso de ellas de manera correcta para que resulten más efectivas y percibas resultados visibles en poco tiempo. Recuerda que usar adecuadamente estas cremas puede evitar que te plantees someterte a una cirugía mayor en la zona abdominal gracias a su potente acción. ¡Presta atención!

¿Cuándo es el mejor momento para usar las cremas reductoras de abdomen?

A lo largo del día nos encontramos con muchos momentos y no todos resultan igual de recomendados para hacer uso de las cremas reductoras. Los expertos en salud y en belleza recomiendan usar estas cremas por la mañana, ya que sus componentes activan la circulación y estimulan la movilización de la grasa desde la primera hora. Además, aconsejan que se apliquen con la piel limpia, por lo que expresan que a ser posible se haga después de la ducha, o tras una exfoliación —que es el momento en el cual la piel está más limpia y absorbe mejor cualquier cosmético—. Otro de los momentos más recomendados para hacer uso de las cremas frías para adelgazar o de cualquier otro tipo de gel quema grasa es durante la noche, cuando la función de nuestro organismo cambia y consume reservas energéticas. Es decir, recomiendan aplicarla una vez por la mañana y otra por la noche, así se consigue una mejor eficacia. En cuanto al tiempo para lograr el objetivo de eliminar la grasa aclaran que este puede lograrse a partir del tercer o cuarto mes si se es constante, aunque los resultados serán visibles antes.

Crema anticelulítica que combate la grasa abdominal de Costaderm


Olvídate de la grasa acumulada en tu abdomen con esta crema anticelulítica con efecto térmico. ¡Llega a las capas más internas y trabaja en profundidad!

Comprar aqui

 

Aplica un masaje reductor de estómago mientras usas el gel quema grasa

Otra de las formas de lograr una máxima efectividad de las cremas quema grasa es aplicando un masaje en el momento de hacer uso de ellas. La mejor forma de realizar el masaje, en este caso, es en círculos y generando presión. También se puede hacer uso de un rodillo o de guantes de silicona para ejercer más fuerza y trabajar de manera más profunda y completa el nivel dérmico, incluso con la maderoterapia —que consiste en estimular el cuerpo a través de los masajes realizados con utensilios de madera—. Los masajes reductores de estómago pueden ayudar a disolver los depósitos de grasa y a facilitar su eliminación a través del sistema linfático. Esto es posible gracias al aumento de la cantidad de oxígeno en la zona y a su efecto oxidante.

Uso de la crema anticelulítica: ¿Antes o después del gimnasio?

Si lo que queremos es ver aumentada la efectividad de estos cosméticos y gozar al 100% de los beneficios de las cremas frías para adelgazar —y de cualquier otro tipo de crema reductora de abdomen—, entonces lo que debes hacer es aplicarlas después de realizar ejercicio. Al finalizar el ejercicio el organismo ya se encuentra activo, de manera que al aplicar la crema no será difícil que este se ponga a trabajar para eliminar la grasa localizada en el abdomen cuanto antes, no teniendo que emplear energía celular extra en iniciar el proceso de quema de grasa, dado que la habremos empezado previamente.

El tratamiento anticelulítico por excelencia de Somatoline


Descubre los efectos de esta crema reductora que combate la celulitis y suaviza la piel con efecto calor-frío. ¡Indicado para nódulos, piel de naranja y retención de líquidos!

Saber más

 

Combina el uso del producto cosmético con una dieta hipocalórica y ejercicio

Por supuesto, las cremas reductoras de grasa en el abdomen no son un producto milagroso. Como respondíamos a la pregunta de cuándo usar una crema anticelulítica (antes o después del gimnasio), es muy importante combinar su uso con cierta actividad o ejercicio periódico —para aprovechar su máxima efectividad—. En cualquier caso, al usar un gel quema grasa o crema no estaremos exentos de saltarnos la dieta. Es aconsejable combinar la aplicación de este cosmético con una dieta hipocalórica que nos permita eliminar los excesos de grasa abdominal y las reservas acumuladas, y llevando un estilo de vida saludable.

¿Cómo saber si es piel flácida o grasa?

No es lo mismo tener grasa abdominal que flacidez, se trata de cosas muy diferentes. Por ello, es importante que aprendas a diferenciarlas ya que en caso contrario es posible que el tratamiento no surja efecto. Debes tener en cuenta que la grasa abdominal tiene lugar cuando hay un aumento del volumen de los adipocitos o células grasas que engordan y aumentan el tamaño del organismo. La flacidez, por el contrario, aparece cuando existe una pérdida de elasticidad y del tono muscular, así como del tejido de la piel. Esta última es muy fácil de detectar ya que al pellizcar la tripa notarás que se coge casi más piel que carne, en cambio cuando se tiene grasa abdominal el pellizco es más grande (de 1,5 cm) y al apretarlo duele.

Y ahora manos a la obra para ganarle este combate a la celulitis, ¡tú puedes!