Qué es la rosácea y qué productos podemos usar para tratarla

Una de las afecciones más comunes que suele sufrir la piel es la de la rosácea. Este trastorno cutáneo puede afectar de varias maneras a las personas y de forma indistinta. Afortunadamente, existen una gran cantidad de productos que están destinados a reducir sus síntomas y a acabar con las molestias. En este artículo vamos a ayudarte a entender qué es la rosácea con más detalle, así mismo, te explicamos cuáles son los síntomas, cómo se trata y qué productos para la rosácea puedes emplear. ¡Sigue leyendo para informarte!

¿Qué es la rosácea?

La rosácea es una afección bastante común en la piel que suele percibirse como un rubor o enrojecimiento en la cara, sobre todo en la zona de las mejillas, frente y nariz. Esta también hace que los vasos sanguíneos se hagan más visibles e, incluso, puede producir pequeños granitos con pus en su interior. Se trata de un trastorno inflamatorio que provoca erupciones cutáneas, cuperosis —o pequeñas venas varicosas que aparecen en el rostro—, telangiectasias —o capilares dilatados—, pústulas o granitos y sensación de quemazón. La rosácea se desarrolla especialmente en las zonas seborreicas de la zona media del rostro, como es la nariz, las mejillas y el mentón, pero también en la frente y en el entrecejo —en los casos de mayor gravedad pueden afectar a toda la cara, incluso a los párpados—.

Crema para rosácea y cuperosis de Uriage Repara y refuerza la barrera cutánea tratando los síntomas de la rosácea y la cuperosis. Especialmente recomendada para proteger el sistema vascular de la piel. Comprar aquí

Al responder a qué es la rosácea es importante destacar, así mismo, que esta puede presentar diferentes grados, en función de cómo haya evolucionado en el paciente y de los signos que presente:

• Grado 1: En este estado la rosácea produce una rojez difusa, pero permanente. Los vasos sanguíneos no llegan a apreciarse, pero sí se observa un enrojecimiento general, sobre todo en la zona de las mejillas y de la nariz.
• Grado 2: Lo que ocurre en esta fase es que se hace más evidente el reticulado vascular y los capilares pueden apreciarse a simple vista. Dependiendo del tamaño de los vasos puede observarse un enrojecimiento general o específico (cuando son más grandes).
• Grado 3: El trastorno se observa en forma de una rojez general asociada a lesiones inflamatorias con pápulas rojas o pústulas blancas. En las fases más avanzadas la rosácea puede, incluso, provocar un engrosamiento de la piel —sobre todo, en la zona de la frente, barbilla y mejillas—.

Rosácea: síntomas y signos

En muchas ocasiones la rosácea puede confundirse con acné, puesto que también puede provocar granitos, ahora bien, no son lo mismo ya que la rosácea suele ir acompañada de otros síntomas y signos (y el aspecto de las erupciones es diferente). Es por ello por lo que resulta tan importante conocer cuáles son. Al hablar de rosácea, síntomas y signos los más destacados y recurrentes son los siguientes:

• Eritemas: en forma de enrojecimiento de la piel pasajero.
• Rubefacción: tiene lugar el enrojecimiento de la piel, generalmente por alteraciones en la circulación de la sangre.
• Telangiectasias: o capilares sanguíneos dilatados que son fácilmente apreciables.
• Edemas, pápulas o pústulas: a diferencia con el acné, la rosácea no presenta comedones, que son las protuberancias (generalmente blancas) en la zona de apertura de los poros.
• Otros síntomas: sensación de ardor, hinchazón en la nariz, párpados secos, irritados o hinchados…

Rosácea: causas

A día de hoy las causas de la rosácea son desconocidas, aunque se sabe que existen diversos factores que pueden propiciar su aparición. Esta afección, además, suele ser más común en mujeres de mediana edad y con la piel clara, aunque es un trastorno cutáneo que puede afectar a cualquier persona. Entre los factores que pueden propiciar su aparición destaca el tipo de piel (en pieles grasas es más habitual), el factor genético, cambios hormonales, cambios repentinos de temperatura, la dieta, la exposición solar, el estrés, el consumo de algunos medicamentos, la contaminación, el viento y la ingesta de alcohol.

Cómo tratar la rosácea

Los tratamientos para la rosácea están pensados, sobre todo, para controlarla y reducir los signos y síntomas, sin embargo, hasta la fecha no se puede curar ni prevenir —ya que las causas por las que aparece son muy variadas y depende de cada persona—. Es decir, los productos para la rosácea tienen como fin aliviar los síntomas y reducir el nivel de afección. Ten en cuenta que esta puede volver a aparecer una vez que ya no está, pero el uso de productos para rosácea especiales mejorará la situación considerablemente. En cualquier caso, la principal acción debe ser la de identificar los desencadenantes (en cada caso) y evitarlos en la medida de lo posible y, por supuesto, iniciar un tratamiento precoz para evitar que se intensifique la afección.

 

Son varios los productos para la rosácea que podemos encontrar en el mercado. Generalmente, estos se encuentran catalogados como cremas antirojeces. Estas cremas tienen como fin tratar la rosácea y los signos o síntomas que provoca (como la cuperosis) y reparar y reforzar la barrera cutánea. Por lo general, se trata de cremas que contienen una cantidad específica de factor de protección solar (SPF), ya que la radiación solar es otro de los detonantes de este trastorno cutáneo. Se ha comprobado que algunos ingredientes activos como el ácido azelaico resultan muy beneficiosos para tratar la rosácea y reducir la hinchazón, así como el enrojecimiento de la piel. Algunos aceites esenciales resultan, así mismo, muy beneficios para acabar con la inflamación cutánea y para calmar la piel (también incluyen funciones antibacterianas), evitando las molestias que provoca este trastorno cutáneo.

¿Sufres de rosácea? Cuéntanos qué productos sueles usar para rebajar la inflamación y con qué frecuencia la padeces.