A la hora de comprar un perfume, nos vemos rodeados de un gran abanico de marcas existentes en el mercado. Si compramos en tiendas que no son distribuidores oficiales de las fragancias no tendremos nunca la total garantía y por tanto tranquilidad de saber la procedencia y fiabilidad del producto. Es normal que busquemos formas de averiguar si los perfumes que compramos son originales o no.
Los imitadores de fragancias perfeccionan cada vez más sus técnicas, suponiendo todo un handicap distinguir entre un perfume original y una falsificación. Incluso teniendo las dos muestras en mano.
Debemos evitar acabar siendo víctimas de falsificaciones. Hoy, desde Paco Perfumerías, os trasladamos algunos consejos para distinguir entre la compra de un perfume original y su falsificación siguiendo las indicaciones de Stanpa que es la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética.
La fragancia y su aroma
La composición de los perfumes se basa en gran medida con alcohol de calidad, a diferencia de sus falsificaciones que pueden llegar a utilizar ingredientes tóxicos, alergénicos y que acaben provocando reacciones perjudiciales en el cuerpo. Frecuentemente las falsificaciones llevan principalmente agua y etanol industrial nos confirman desde la web de Stanpa. Además, la dudosa procedencia y la circunstancia de que no se rijan por normativas europeas en los procesos de fabricación, hacen que no se pueda garantizarla calidad en si misma, ni verificar si lleva componentes que puedan ser nocivos para la salud.
Si un perfume dura poco tiempo, puede deberse a múltiples circunstancias que son importantes conocer, entre ellas, que pueda tratarse de un perfume o fragancia falso. La fijación de un perfume depende mucho del pH de la piel de cada persona y del lugar de conservación de la fragancia. Esto último se debe a que muchas veces se almacenan en lugares inapropiados, como los baños, dónde es habitual que haya cambios de temperatura bruscos que afectan tanto al color como al aroma.
Desde Stanpa nos trasladan la prueba de las burbujas para tratar de reconocer si es producto que hemos comprado es original o se trata de una falsificación. Si al agitar un frasco de perfume, se forman pequeñas burbujas que al instante desaparecen, será un buen perfume, de no ser el caso, nos encontramos ante una posible falsificación.
El frasco y vaporizador
Desde la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética explican que en el frasco cuando se trata de falsificaciones se suelen poder apreciar las juntas en el cristal o en el envase. Por otra parte, la cánula del vaporizador permite extraer la fragancia del envase. Habitualmente la cánula en los envases de los productos falsificados suele ser más larga.
La caja o packaging
Una marca cuida mucho su marketing y el packaging de sus productos. Porque al encontrarse su perfume entre tanta variedad de fragancias en el expositor de una perfumería, necesita resaltar su envase con impresiones, brillos, texturas… que hagan más atractivo a su producto.
Todos los materiales del packaging son de altas calidades, a comparación con las de los perfumes falsos que utilizan cartón de peor calidad y gramaje. Además, las protecciones del interior del estuche, en un buen perfume, serán capaces de resguardarlo para su transporte.
Por tanto, si tu frasco presenta un estuche pobre, con un cartón frágil y además no está bien protegido el interior, posiblemente estés ante una fragancia fraudulenta.
El etiquetado y referencias
Por ley, todos los fabricantes deben desglosar los componentes de sus perfumes en el etiquetado del frasco o en el libro que hay dentro del estuche. Además, deben tener un código de barras y muchas veces incluyen un número de lote y otro código de trazabilidad.
Ten en cuenta que tu perfume deberá tener etiquetado, ya sea en el exterior del estuche, como en su interior para que sea original.