El ácido láctico, también conocido por su nombre científico como hidroxipropanoico, es un tipo de alfa-hidroxiácido (AHA) utilizado por su acción antiedad, al igual que lo son el ácido glicólico, el mandélico y el málico. Este ácido se encarga de aportar una solución a distintas necesidades de la piel, sobre todo para prevenir el envejecimiento por su efecto rejuvenecedor e hidratante. A continuación, analizamos qué es el ácido láctico y todo lo que tiene que ver con este activo. ¡Te recomendamos que sigas leyendo para informarte!
¿Qué es el ácido láctico?
Se trata de un componente que interviene en el metabolismo del azúcar en el organismo, así como en los procesos de fermentación láctica. Este activo puede obtenerse tanto de la leche, como de la fruta y de algunas verduras. Incluso, el ácido puede ser producido directamente en el cuerpo humano de forma natural por el esfuerzo de los músculos. Gracias a los avances cosméticos, este componente puede ser sintetizado y extraído para emplear en productos cosméticos, así como también en la industria alimentaria —como aromatizante y conservante—, además de en algunos usos medicinales —como fluido intravenoso para la pérdida de sangre—. Este puede encontrarse en estado líquido, con un aspecto amarillento, o en estado sólido, en forma de polvo blanco.
Propiedades del ácido láctico para la piel en cosmética
Son muchas las propiedades que tiene el ácido láctico para la piel en cosmética, las más destacadas, sobre todo, se centran en la prevención y disminución de los signos del envejecimiento. Hay que destacar que el ácido láctico en cosmética es una molécula de gran tamaño, lo cual resulta muy útil para llegar a la parte del estrato córneo de la piel, que es la zona más externa en la cual se encuentran todas las células muertas. Su acción se centra sobre todo en esta parte de la dermis, acelerando la renovación natural que tiene lugar cada 30 días, aproximadamente.
Acción antiedad
La acción antiedad del ácido láctico consiste en el control de las arrugas, así como de las líneas de expresión. Además, se encarga de proteger la piel, mejorar su textura y el tono natural. Hace que esta se vea más suave y joven. Es ideal para la piel del cutis, así como para el contorno de los ojos.
Efecto peeling para revitalizar la piel
Uno de los principales cosméticos que podemos encontrar con ácido láctico son los peelings faciales. Este actúa sobre el estrato córneo de la piel, como indicábamos más arriba, es por eso que su función es muy destacada a la hora de exfoliar y estimular la producción de colágeno, además de acelerar la renovación celular.
Es humectante
Ya que frena la pérdida de agua y da luminosidad. El ácido láctico puede funcionar como una alternativa a la glicerina. Este se encarga de mejorar la hidratación en la piel, además de proporcionar efectos calmantes. El ácido láctico promueve la retención de humedad, así como el aumento de la hidratación.
Ácido láctico: pelo más fuerte
Aunque no se habla demasiado de la relación entre ácido láctico, pelo y cuero cabelludo, lo cierto es que cumple también con una función muy destacada en este aspecto. Y es que el ácido láctico fortalece la fibra capilar, además aumenta la resistencia del cabello decolorado.
Cómo usar el ácido láctico en cosmética
El uso en cosmética depende del producto que vaya a ser empleado. Por lo general, lo más común es encontrarlo en peelings de ácido láctico. Es por este motivo que, al igual que ocurre con los peelings hechos con otros productos, no debe ser empleado con demasiada frecuencia —debido, sobre todo, a la agresividad que puede generar este tipo de tratamiento—. Lo recomendable es no excederse de un uso de tres veces por semana como exfoliante, tanto en peelings químicos como mecánicos.
En su utilización como sérum, si es la primera vez que lo empleas en tu rutina de belleza, lo más aconsejable es que este no contenga una concentración muy elevada —es decir, que no sea superior al 10% de ácido láctico en la fórmula del cosmético—. Otra de las formas en las que puede encontrase el ácido láctico en como suero. En estos últimos casos, dependiendo del fabricante, puede emplearse antes o después de tu suero habitual de base acuosa. Además, según la marca es posible que tenga que ser retirado unos minutos después enjuagándote la cara. Se recomienda, por tanto, que te fijes en las instrucciones de uso del cosmético.
Efectos secundarios del ácido láctico y precauciones de uso
La utilización suele ser muy segura, ahora bien, es importante tener en cuenta algunas consideraciones para evitar efectos secundarios indeseados. Debes considerar que este tipo de ácidos (AHA) pueden resultar muy irritantes, sobre todo si se emplean en elevadas concentraciones o al exponerse directamente al sol. Esto no quiere decir que el ácido láctico sea un activo fotosensible, ahora bien, al hacer uso de él la dermis queda mucho más desprotegida —sobre todo, después del peeling—, lo que puede dar lugar a que esta se queme con mayor facilidad. También hay que evitar que el ácido láctico entre en contacto con los ojos, así como con otras membranas mucosas por las irritaciones que puede ocasionar. Como indicábamos más arriba, lo más recomendable es que el cosmético no cuente con elevadas concentraciones de ácido láctico, ten en cuenta que este componente puede aumentar la sensibilidad de la piel a los rayos ultravioleta del sol. En la misma línea, evita mezclarlo con otros exfoliantes mecánicos puesto que puede aumentar la sensibilidad de la piel y potenciar los efectos dañinos de la radiación UV del sol. En caso de que el componente reaccione en tu piel, no dudes en visitar a un dermatólogo.
Esperamos que este artículo te haya resultado de ayuda. Te deseamos un feliz día y te mandamos #UnaGranSonrisa.