Si hasta el momento hemos resaltado la importancia de desmaquillarnos a diario y mantener nuestra piel correctamente limpia, hoy vamos a ir un paso más allá: te enseñaremos la famosa doble limpieza facial.
Puede que hayas oído hablar alguna vez de ella, y si eres de esas personas que dispone de poco tiempo para realizar su rutina facial, puede que pienses que meter un paso más te sea imposible de compaginar con tu apretada agenda. Pero no temas, desde Paco Perfumerías te enseñamos lo fácil y rápido que puede ser llevar a cabo la doble limpieza a diario.
¡Toma nota, que empezamos!
¿Qué es la doble limpieza facial?
En primer lugar, antes de entrar en materia y enumerar que productos componen esta rutina, debemos explicar qué es la doble limpieza y en que consiste.
Se trata de un tipo de limpieza facial compuesta por dos pasos esenciales, dado que se ha comprobado que con un único paso la limpieza puede resultar insuficiente y dejar restos de maquillaje, polución, sebo o incluso del protector solar que hayamos aplicado durante el día.
El primero de los pasos de la doble limpieza está basado en productos de cosmética con bases oleosas, pensados especialmente para retirar maquillajes y sebo. Y el segundo de los pasos está basado en la limpieza que proporcionan los productos acuosos, destinados a eliminar los productos de base no grasa, la polución o las células muertas de la superficie cutánea.
¿Qué productos cosméticos puedo usar en el primer paso de la doble limpieza facial?
Para poder realizar la rutina correctamente, debemos separar en dos fases o pasos los productos para la doble limpieza.
En primer lugar y como comentábamos anteriormente, empezaremos con los productos de base oleosa. Estos serán los encargados de limpiar y retirar el maquillaje que hayamos empleado, el exceso y acumulación de sebo producido a lo largo del día, y los restos del filtro solar que hayamos usado. Este tipo de producto de base oleosa consigue penetrar en mayor profundidad y con más facilidad en el poro, pudiendo eliminar la suciedad que se acumula en estos.
Podemos encontrarlos en diferentes texturas, según los gustos de cada tipo de piel y cada persona:
- Aceite desmaquillante: puede que a las pieles mixtas o grasas les produzca cierto temor hacer uso de un aceite por miedo a generar más cantidad de sebo en la superficie cutánea, pero lo cierto es que este tipo de aceites desmaquillantes están indicados para todos los tipos de pieles, ya que no generan mayor producción de sebo y además se encargan de nutrir e hidratar la piel.
- Espuma limpiadora: este desmaquillante de base oleosa viene presentado en formato espuma o a veces incluso mousse, la cual en contacto con la piel se funde produciendo una textura crema, que desmaquilla en profundidad, pero de manera suave y delicada, gracias a su confortable textura.
- Bálsamo desmaquillante: este producto de limpieza tiene diferentes facetas, ya que lo encontramos en formato bálsamo, al entrar en contacto con la piel se funde en un suave aceite, y al entrar en contacto con el agua en el momento de retirarlo, se transforma en una ligera emulsión, fácil de retirar. Y es que sus 3 texturas diferentes y su evolución durante el proceso de limpieza, lo convierte en un producto idóneo para retirar los restos más difíciles de maquillaje y grasa.
¿Y en el segundo paso?
Pues bien, aquí entran en juego los productos de limpieza de base acuosa, los cuales seguramente muchos de nosotros hayamos oído nombrar con más frecuencia. Y es que el producto estrella del segundo paso de la doble limpieza es el agua micelar.
Los limpiadores de base acuosa son los encargados de eliminar los restos de impurezas de base no grasa, como los restos de polución o las células muertas desprendidas de nuestra piel.
En este segundo paso y como ya indicábamos antes, el protagonista es el agua micelar, aunque también los podemos encontrar en formato gel o incluso mousse suave.
Al tratarse de limpiadores de base acuosa, la sensación que nos proporcionan es de frescor y confort, similar a la que produce el agua cuando lavamos nuestro rostro por las mañanas.
Aquí podemos encontrar productos top como el agua micelar Garnier o el agua micelar Clarins, entre otros, encargados de limpiar el rostro a la vez que protegen y reequilibran su barrera cutánea.
El colofón de la doble limpieza:
Y si quieres finalizar tu rutina de limpieza con un producto perfeccionador que proporcionará a tu piel confort, eliminará la sensación de tirantez, calmará las irritaciones de las pieles sensibles, e incluso se encargará de minimizar el tamaño de los poros, cerrándolos para evitar que se acumulen restos de impurezas en su interior, te recomendamos que finalices tu doble limpieza facial con un tónico.
Pero si aun con todo lo que te hemos enseñado no estás convencida de pasarte a la doble limpieza facial, te invitamos a que eches un vistazo a nuestra sección de limpiadores y pruebes esta rutina por ti misma.