Qué es el ácido azelaico y qué beneficios tiene para la piel

¿Sueles sufrir problemas de cuperosis o rosácea en la piel? ¿tu cutis se inflama rápidamente y padeces de acné? quizá, ¿tienes una piel muy grasa o delicada? si has respondido sí a alguna de estas preguntas, entonces es muy posible que te interese conocer más acerca del ácido azelaico. Esta sustancia está muy recomendada para combatir irritaciones y enrojecimientos en la piel. A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el ácido azelaico y por qué deberías incluirlo en tu listado de tratamientos para el rostro. ¡Sigue leyendo para más información!

Ácido azelaico: ¿Para qué sirve?

El ácido azelaico es un principio activo muy empleado en cosmética e indicado para tratar el enrojecimiento de la piel. Este componente sirve para eliminar las protuberancias, así como lesiones y la tumefacción, pero también para tratar todos los síntomas provocados por la rosácea —como es el enrojecimiento, el rubor y las espinillas de la cara, incluidas las espinillas en el labio—.

Este componente pertenece a la familia de los ácidos dicarboxílicos. Estos medicamentos funcionan estupendamente para tratar la rosácea reduciendo la hinchazón y el enrojecimiento de la piel. Además, este componente es muy útil ya que sirve para matar las bacterias que se acumulan en los poros y porque disminuyen la cantidad de queratina en la piel —esto es beneficioso ya que esta sustancia natural influye en el desarrollo del acné—. Por lo general, los cosméticos fabricados con ácido azelaico se caracterizan por estar presentados en forma líquida, tanto en sérums como en geles —aunque también podemos encontrarlos en forma de espuma—. Una de las características de estas bases acuosas es que hidratan la piel y calman el enrojecimiento, además de proporcionar elasticidad. Este producto es un cosmético calmante.

Cómo se usa la crema de ácido azelaico

La cuperosis es un problema muy común en las pieles sensibles. Esta se caracteriza porque ocasiona pequeñas rojeces, así como irritaciones y capilares dilatados en el cutis. Por lo general, la cuperosis suele ser más visible en la zona de los pómulos, aunque también en las aletas de la nariz o incluso en el entrecejo. Sus efectos no pasan de lo antiestético, ahora bien, si la cuperosis empeora, ello puede dar lugar a una rosácea. La crema de ácido azelaico se encarga de prevenir que esto ocurra, así como de eliminar rojeces en la cara, acné y otras irritaciones. Este componente es de gran utilidad, así mismo, para quitar rojez de granos y para eliminar rosácea de la cara —en caso de que esta ya se haya manifestado—. Ahora bien ¿Cómo se usa el ácido azelaico para la rosácea? Pues bien, su uso es muy sencillo.

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Lo único que tienes que hacer es aplicar una o dos dosis al día sobre la cara —también puedes ponerte crema de ácido azelaico en el cuello, en caso de que lo necesites—. En el momento de aplicarlo hazlo con un pequeño masaje con las yemas de los dedos hasta que este haya sido absorbido por completo. Por lo general, lo más recomendado es que apliques el cosmético por la mañana y por la noche. Es importante que tengas cuidado en que el cosmético no entre en los ojos, puesto que podría irritarlos —en ese caso tendrás que lavarlos con abundante agua—. Para quitar la rojez de granos, así como para eliminar rosácea de la cara, sigue estos pasos:

1. Lo primero que tienes que hacer es lavar adecuadamente la piel afectada con agua y jabón y secarla suavemente con una toalla. También puedes hacer uso de cosméticos para la limpieza facial.
2. Agita el producto y aplica una capa delgada de crema de ácido azelaico o gel sobre la zona a tratar. Asegúrate de que este ha sido absorbido por completo.
3. No te tapes la zona afectada ni la cubras con vendas o apósitos.
4. Lávate las manos con jabón cuando hayas finalizado.

Es posible ponerse maquillaje una vez que la crema haya sido aplicada. Ahora bien, asegúrate de que esta ha sido absorbida en su totalidad. Repitiendo este ritual de manera constante conseguirás eliminar rojeces de la cara de acné gracias a la acción calmante y desinflamatoria de este principio activo.

Beneficios del ácido azelaico para la piel

Aunque ya hemos hablado de cuáles son los beneficios del ácido azelaico más arriba, en este apartado vamos a resumirlos en forma de listado para que no queden dudas. Los vemos:

• Ácido azelaico rosácea: La rosácea es un trastorno inflamatorio facial que provoca erupciones cutáneas, así como telangiectasias, sensación de quemazón, pústulas y granitos en la piel de los pómulos, frente y mentón. Este trastorno puede cronificarse en función del tipo de piel y de la edad. El ácido azelaico, rosácea e hinchazón están muy relacionados entre sí. Este producto sirve para eliminar rosácea de la cara de manera efectiva.
• Mata bacterias: Uno de los problemas por los cuales se irrita la piel es por la ocupación de los poros abiertos por las bacterias. Normalmente, por rascarnos con las manos sucias. El ácido azelaico ayuda a eliminar rojeces de la cara por el acné eliminando los causantes de las inflamaciones, las bacterias.
• Espinilla en el labio y en el resto de la cara: Las espinillas en el labio, así como en el resto de la cara, aparecen por una obstrucción de los poros de la piel debido a la acumulación excesiva de sebo —es por tanto muy frecuente que aparezca en pieles grasas—. El ácido azelaico reduce la hinchazón y ayuda a eliminar la grasa de la piel.
• Hidratación: Una de las ventajas de esta sustancia es que proporciona hidratación a la piel, esto resulta de gran utilidad gracias a su efecto calmante y desinflamatorio. También ayuda a mejorar la elasticidad de la misma.
• Elimina la grasa: Como decíamos, la grasa puede obstruir los poros y causa irritaciones. Por este mismo motivo, actúa reduciendo la aparición de sebo en la cara.

 

Como consecuencia de todo lo explicado más arriba, este activo tiene un importante efecto calmante, desinflamatorio y estético —ya que ayuda a que nuestro rostro recupere su aspecto original— Se trata de una sustancia muy recomendada para pieles sensibles y pieles grasas —como indicábamos, la limpieza previa a su utilización es esencial—.