En tan a penas un pestañeo estamos en otoño, dejando atrás los soleados días de verano, y con ellos los daños que causaban en nuestra melena. Los rayos ultravioletas, el cloro, las altas temperaturas o los accesorios de pelo no respetuosos con nuestras melenas y su situación constantemente recogida para paliar el calor han provocado serios daños en nuestro cabello. Tras acabar el verano luce constantemente encrespado, deshidratado, de tono apagado y en algunos casos más graves incluso quebradizo. Nada queda de nuestro pelo sano.
Pero no os preocupéis, desde Paco Perfumerías os traemos una rutina capilar post-verano ideal con la cual podréis recuperar el buen estado de salud de vuestro cabello. De modo que tomad nota para conseguir lucir un pelo sano de nuevo.
¿Cómo luce el pelo sano?
En primer lugar, deberemos tener claro como luce un pelo sano, y es que debe reunir una serie de cualidades que nos aclararan su buen estado de salud.
Para empezar, el cabello debe estar correctamente hidratado y nutrido. Con ello evitaremos el encrespamiento y la sequedad capilar.
El siguiente aspecto que debe cumplir un cabello sano es la suavidad. Para esto se debe cumplir el punto anterior, y es que un cabello hidratado logrará una textura suave al tacto, huyendo de las asperezas.
Pero no debemos caer en el error de creer que un cabello suave y sin encrespamiento debe estar apelmazado, sino todo lo contrario. El cabello sano tiene libre movimiento y cuenta con más volumen que un cabello dañado.
Por último, una de las cualidades más llamativa del pelo sano es el brillo que posee. Este brilla con luz propia tanto bajo los focos como bajo la luz natural del día, sin necesidad de aplicar aditivos ni moduladores del brillo.
De modo que, si queréis lucir este otoño un cabello con todas estas características, debéis poner en práctica la siguiente rutina capilar post-verano.
Rutina capilar post verano paso a paso:
Como en todo proceso de cuidado capilar, empezaremos estableciendo los tipos de cuidado básicos que deberá contener nuestra rutina. Primeramente y como ya hemos comentado anteriormente, nuestro pelo debe estar hidratado y nutrido en profundidad tras los daños sufridos en verano. Para ello basaremos nuestro tratamiento en obtener este resultado.
A continuación, haremos uso de productos capilares reparadores, ya que debemos subsanar los daños estructurales causados en la fibra capilar. Estos lograrán fortalecer nuestro cabello desde la raíz, cerrar sus poros y evitar la filtración de agentes externos.
Por último, basaremos nuestra rutina capilar en obtener el brillo deseado y salvaguardar nuestro tono de cabello habitual.
Para ello empezaremos al igual que con cualquier rutina capilar: el champú. Los champús de hidratación y o nutrición serán la base de nuestra rutina de tratamiento capilar post-verano. Y es que tras la exposición al sol y a las altas temperaturas, nuestro cabello ha perdido gran parte de sus reservas humectantes y nutrientes. Los champús de hidratación nos ayudarán a recuperar los depósitos de agua perdidos en la raíz de la fibra capilar, y los champús nutritivos fortalecerán el crecimiento de dicha fibra desde el interior, evitando el debilitamiento del cabello y posibles roturas involuntarias. Los champús reparadores fortalecerán la estructura del cabello dañado pelo a pelo desde el interior, y por su lado, los champús de brillo y preservadores del color nos ayudarán a recuperar la luminosidad natural de nuestra melena.
Como cualquier otro champú, deberemos aplicar en todo el cabello una vez lo hayamos humedecido con abundante agua, haciendo especial hincapié en la raíz, realizando un suave masaje para activar la microcirculación del cuero cabelludo. Posteriormente lo aclararemos con abundante agua.
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En segundo lugar, procederemos a aplicar nuestro acondicionador habitual. En este caso nos seguiremos enfocando en los 3 cuidados básicos del pelo dañado en verano: hidratación/nutrición, reparación y brillo/protección del color. El acondicionador complementará los resultados obtenidos por el champú, fijando los efectos de hidratación, cabello reparado y la recuperación de su luminosidad.
Su método de aplicación deberá ser de medios a puntas, con el cabello húmedo y a continuación de haber retirado el champú. Lo dejaremos actuar un par de minutos ayudando a que llegue a la profundidad de la fibra capilar, y lo retiraremos con abundante agua. Tras la aplicación del acondicionador, además de complementar y potenciar el efecto del champú alcanzando nuestros objetivos de hidratación, reparación y brillo, lograremos un posterior peinado y desenredado más ágil.
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El siguiente paso a seguir en nuestra rutina capilar será la aplicación de la mascarilla. Esta la aplicaremos un par de veces por semana como tratamiento intensivo de nuestra rutina capilar. En este caso, tanto la mascarilla de hidratación como la de nutrición nos aportarán ese extra de nutrientes y humedad logrando una alta suavidad, la mascarilla reparadora nos ayudará a sellar la fibra capilar, cerrando sus poros y evitando que penetren en él agentes externos dañinos para nuestro cabello, y por su parte las mascarillas de brillo y color maximizarán el efecto, potenciando el brillo y color habitual del cabello.
En cuanto a su método de aplicación, las mascarillas capilares deben aplicarse de medios a puntas, evitando la zona de la raíz para no engrasarla (debido a la alta concentración de la formulación de las mascarillas capilares), con el cabello húmedo tras el uso del acondicionador. Su tiempo de actuación vendrá especificado por cada fabricante, siendo habitual entre 3 y 5 minutos. Transcurrido el tiempo de actuación, deberá ser aclarada con abundante agua.
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Si lo que queremos es potenciar el efecto de los productos capilares que empleemos, deberemos activar la microcirculación del cuero cabelludo, para que los nutrientes sean absorbidos con mayor facilidad y llevados hasta el interior de la fibra capilar. Para ello podemos ayudarnos de un cepillo masajeador capilar, el cual nos ayudará a activar la circulación del cuero cabelludo, además de exfoliar con suavidad la superficie de la piel, eliminando las impurezas y restos de células muertas.
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Para paliar otro de los grandes daños provocados por el calor del verano, la exposición a las altas temperaturas en nuestro cabello, y protegerlo para el futuro uso de herramientas de calor, un gran imprescindible en nuestra rutina de cuidado capilar debe ser los protectores de calor. Estos, además de proteger el cabello de las altas temperaturas del sol y de los secadores y/o planchas, reparan el cabello y lo sellan para evitar su pérdida de hidratación debido a las altas temperaturas a las que lo sometemos.
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Para acabar y lograr un pelo sano hidratado, nutrido, reparado y con brillo natural deberemos finalizar nuestra rutina de cuidado capilar post verano con fijadores y acabados que nos permitan sublimar nuestro peinado a la misma vez que lo cuidan. Para ello haremos uso de cremas de peinado o sprays que además de aportarnos volumen y cuerpo a nuestro cabello y nos faciliten el moldeado de este, lo nutran y densifiquen embelleciendo así el resultado final.
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De modo que no permitas que tu pelo se rompa y caiga como las hojas de los árboles en otoño. Repara el daño sufrido en verano y luce pelo sano todo el año de la mano de Paco Perfumerías y su apartado experto de cuidado capilar.
