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Paco Perfumerías Blog

¿Cuáles son los tipos de piel y sus características?

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La piel es el órgano más grande del cuerpo. Esta, incluida sus derivados —como es el caso del cabello, las uñas, las glándulas sudoríparas y las glándulas sebáceas—, conforma lo que se conoce como el sistema tegumentario, que no es otra cosa que la cobertura natural de un organismo u órgano. De hecho, solo la piel representa un 15% del peso de nuestro cuerpo y de media suele ocupar unos dos metros cuadrados. Como imaginarás, al igual que cualquier otro órgano, es imprescindible dedicarle la atención que necesita para que se mantenga sana y en perfecto estado, y para ello es fundamental saber qué tipos de piel hay y cuál es la tuya. A continuación, analizamos los distintos tipos de piel y sus características y te explicamos cómo saber cual es el tuyo. ¡Sigue leyendo para informarte!

Cuáles son los tipos de piel y qué cosméticos usar en cada caso

Una de las primeras cosas en las que debes fijarte a la hora de hacer uso de un cosmético —sea del tipo que sea— es tu piel. El tipo de piel que tengas determinará lo rápido que este sea absorbido, pero también su eficacia y te podrá ayudar a prevenir obstrucciones o taponamiento de los poros, y a cubrir las necesidades de tu tipo de piel. Para que te hagas una idea, no es lo mismo usar una crema facial o un body milk. Al igual que tampoco lo es hacer uso de uno de los muchos aceites esenciales que podemos encontrar en el sector de la cosmética y la belleza. Cada uno de estos productos puede resultar mejor para un tipo de piel u otra, por eso debes distinguir cuáles son sus características y qué tipo de cosméticos son los más recomendados en cada caso. Ten en cuenta, eso sí, que con el tiempo la piel puede cambiar, pasando por ejemplo de una piel normal a una piel seca—.

Tipos de piel: Características de la piel normal

La piel normal, como su nombre indica, es la más característica. En realidad, el término de “normal” se utiliza para referirse a que cuenta con un equilibrio dérmico adecuado, lo que implica que tanto el sebo como la hidratación están equilibrados. Gracias a ello, esta piel presenta una buena circulación sanguínea y no suele contar con brotes de impurezas. Además, la textura es aterciopelada y el tono suele ser uniforme. Los poros en esta piel son más finos. Otra de las características de la piel normal es que esta no suele irritarse frecuentemente y por ello acepta la mayoría de los principios activos que pueden encontrarse en los productos cosméticos, independientemente de la textura del producto. Algunos de los tratamientos más comunes y recomendados en este tipo de piel son las cremas normales de día y noche, con SPF opcional, y a poder ser de textura crema. Si se desea se puede tratar con cosméticos hidratantes o algún tratamiento antiedad. Los limpiadores faciales también son recomendados —igual que para cualquier otro tipo de piel ya que ayudan a que esta se mantenga siempre sana y en perfecto estado—.

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Tipos de piel: Características de la piel seca

La piel seca se caracteriza por tener una retención de la hidratación menor que la piel normal. Se trata de un tipo de piel que produce menos sebo de lo normal dando lugar, en muchas ocasiones, a una piel seca y escamosa —si no se llevan a cabo los cuidados de hidratación necesarios—. Este tipo de piel carece de los lípidos necesarios para retener la humedad y para formar un escudo protector frente a las influencias externas, es por esta razón que también se vuelve más sensible. La piel seca es más habitual en mujeres que en hombres y las causas de su aparición son de lo más variadas, desde la falta de factores hidratantes —como la urea, los aminoácidos y el ácido láctico—, hasta el bajo depósito de lípidos epidérmicos como las ceramidas y, por supuesto, por la pérdida constante de agua, al no disponer de capacidad de retención de hidratación. La piel seca suele sentirse al tacto tensa, áspera y escamosa. Para tratarla son muy recomendables los aceites esenciales, las cremas hidratantes con texturas más untuosas y los bálsamos faciales. También es aconsejable hacer uso de exfoliantes suaves para eliminar la acumulación de células muertas que van surgiendo con el tiempo, pudiendo realizarse uno cada semana.

Tipos de piel: Características de la piel grasa

Una piel grasa es aquella que produce un exceso de sebo en su composición, esto se conoce como seborrea. Por lo general, las causas de esta hiperproducción tienen que ver con cuestiones genéticas, así como también por cambios y desequilibrios hormonales o por los efectos secundarios de alguna medicación —incluso por algunos cosméticos comedogénicos que causan irritación—. El estrés es otro de los factores asociados a la sobreproducción de sebo. Los poros de la piel grasa se caracterizan por ser más grandes y por presentar más imperfecciones. Esto es así debido a que las glándulas sebáceas trabajan durante horas y cuando hay un exceso se mezclan con la suciedad y las células muertas, ocasionando irritaciones y la aparición de granos. Los productos cosméticos recomendados, en este caso, son los de rápida absorción y los que resultan menos grasosos, como pueden ser las texturas acuosas o gelificadas. Es muy recomendable incluir en la rutina limpiadores faciales con poder astringente, así como cremas anti acné o desinflamatorias.

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Tipos de piel: Características de la piel mixta

Esta combina el resto de pieles en el rostro. La mezcla se puede apreciar, sobre todo, en la zona “T” que comprende desde la frente hasta el tabique nasal y la barbilla. Por lo general, la zona más grasa se ubica en la frente, el mentón y/o la nariz. Las mejillas, las cuencas de los ojos y el resto de las zonas del cutis suele tener piel más fina —es decir, donde es más fácil tener menos retención de hidratación y una barrera cutánea más delgada, haciendo que esta zona de la piel tenga una tendencia seca—. Una de las características más destacadas de este tipo de piel es que tiene los poros agrandados en la zona grasa, en la cual suele haber algunas impurezas. Al igual que en los casos anteriores, las partes más grasas de la piel se deben a una hiperproducción de sebo, mientras que en las partes más secas ocurre lo contrario —por un déficit de los lípidos que ayudan a mantener la hidratación—. Ten en cuenta que la combinación de grasa y descamación puede dar lugar a la aparición de brotes y puntos negros, por ende, es aconsejable usar de manera regular un limpiador facial suave o un humectante ligero que ayude a que la piel se vea más saludable.

Tipos de piel: Características de la piel sensible

Este tipo de piel se caracteriza por tener una barrera protectora muy débil. La misma suele presentar irritaciones y estar roja, siendo una piel muy reactiva a los daños externos e internos. Aunque todas las pieles pueden irritarse, este tipo de piel lo hace con mayor facilidad, ruborizándose y enrojeciendo prácticamente de manera instantánea tras hacer uso de muchos de los productos cosméticos —incluso, por el simple roce con los dedos de las manos—. Generalmente, la piel sensible suele ser más delgada y, en algunos casos, estar deshidratada. Para este tipo de piel los cosméticos más recomendados son los productos dermatológicos con una acción extra suave y con efecto relajante o calmante —sin olvidar la necesidad de hidratación y protección frente a los agentes externos—.

¿Cómo saber qué tipo de piel tengo?

Ahora que ya hemos hablado de los distintos tipos de piel que existen, falta responder a cómo saber qué tipos de piel tengo. Lo primero que debes hacer es fijarte en las características que hemos descrito más arriba. Si el primer contacto con tu piel es untuoso, entonces hablamos de una piel grasa o mixta, ahora bien, si solo es brillante en la zona de las mejillas, seguramente se trate de una piel mixta. Por otro lado, si la piel es fina y suave y tiende a deshidratarse, es más que posible que se trate de una piel seca. Otro de los aspectos en los que debes fijarte es en los poros, ya que en las pieles grasas o mixtas suelen estar abiertos o ser más grandes, al contrario de lo que ocurre en las pieles normales o secas. Por otro lado, si tu piel suele presentar rojeces y sensibilidad es más que probable que tengas una piel sensible. Las pieles secas, por último, suelen distinguirse por presentar tirantez, sobre todo al gesticular. En este tipo de pieles es más común que las arrugas sean más visibles antes que en el resto de pieles, debido a la pérdida de hidratación, lo cual provoca que la arruga se marque más.

Esperamos que este artículo te haya resultado de ayuda. Ahora mírate en el espejo y dinos, ¿Qué tipo de piel tienes?