¿Cuántas de nosotras tenemos algún producto cosmético en la estantería de nuestro baño o en nuestro tocador y no sabemos para que sirve? Puede que alguno de esos productos tan desconocidos sea el tónico facial. Muchas lo tenemos junto al resto de limpiadores y desmaquillantes, hacemos uso de él cuando nos han indicado que lo hagamos, pero la verdad es que no sabemos para que sirve o porque lo tenemos que aplicar en un momento exacto de nuestra rutina de belleza y no antes o después.
Pero tranquilas, hoy resolveremos todas las dudas acerca del tónico facial: qué es, para que sirve el tónico facial realmente o si estamos usando o no el indicado. ¡Toma nota, que empezamos!
¿Qué es el tónico facial?
El tónico facial es un producto de cosmética, usado durante el proceso de limpieza previo al tratamiento de la piel. Se trata de un producto usualmente líquido, de aspecto acuoso formado por diferentes activos e ingredientes encargados de eliminar los restos de impurezas y maquillaje que hayan quedado tras los primeros pasos de la limpieza y/o desmaquillado, refrescar la piel, reequilibrar su pH, tonificarla y cerrar los poros que hayan podido quedar expuestos y abiertos durante la limpieza. En definitiva, es un producto preparador de la piel para su posterior tratamiento.
¿Para qué sirve el tónico facial?
Como indicábamos anteriormente, el tónico facial se debe emplear justo tras los pasos previos de la limpieza y desmaquillado. Es decir, tras el agua micelar, la leche desmaquillante y/o el jabón de limpieza facial.
El tónico facial es el paso previo al comienzo de la aplicación de productos de tratamiento en el rostro, ya que como indicábamos, se trata de un producto preparador del tratamiento. Con este producto eliminamos los restos de suciedad y maquillaje que hayan podido quedar en nuestra piel tras el proceso de desmaquillado y limpieza, dejando así la piel limpia y preparada para captar con mayor facilidad el tratamiento posterior que vayamos a aplicar.
Una vez limpia y tonificada, la piel tendrá mayor poder de absorción de los principios activos que contenga nuestro tratamiento de belleza, permitiendo así que llegue hasta las capas más profundas de la misma.
¿Válido para todas las pieles?
El tónico facial es un producto cosmético de uso general, es decir, es apto para todo tipo de pieles, sea cual sea su situación (pieles secas, pieles con exceso de grasa, pieles sensibles,…)
Únicamente deberemos elegir un tónico acorde a nuestro tipo de piel y nuestras necesidades. Es decir, si tenemos problemas de sequedad en la cara deberemos optar por un tónico facial que sea bajo o incluso libre en alcohol, de textura más untuosa y con gran poder de hidratación. O si por el contrario tenemos una piel mixta o grasa con exceso de producción de sebo en la superficie, optaremos por un tónico facial que tenga poder astringente, de textura acuosa y refrescante.
Tipos de tónico facial:
Como indicábamos anteriormente, existen diferentes tipos de tónico facial, indicados para las pieles y necesidades que éstas tengan, y con diversas capacidades enfocadas a tratar distintos aspectos de nuestra piel.
Podemos encontrar tónico hidratante. Este tipo de tónico se encarga de hidratar, suavizar y descongestionar la piel a la vez que elimina las impurezas que en ella queden. Contiene principios activos que además de proporcionar un extra de hidratación a la piel, ayuda a que esta retenga mejor su humedad y así recupere sus depósitos de agua naturales.
Para las pieles sensibles o fácilmente reactivas está indicado el uso de tónico calmante. Este tipo de tónico además de eliminar los restos de suciedad de la piel e hidratarla, se encarga de calmarla ante las rojeces y posibles alteraciones frente a agentes externos, proporcionando suavidad y confort. Solemos encontrarlo en textura loción para que resulte más reconfortante a la piel tras su aplicación.
Pero si nuestra intención es ayudar a renovar nuestra piel y eliminar las células muertas con mayor facilidad, podemos optar por un tónico exfoliante. Este tipo de tónicos está pensado para todo tipo de pieles que deseen acelerar su renovación celular. Con el uso de un tónico exfoliante la piel se regenerará más fácilmente al despojarla de las células muertas que se hayan en la superficie cutánea, luciendo más uniforme, luminosa y con textura más sedosa.
Y para esos momentos en los que notamos nuestra piel exhausta, sin vitalidad y únicamente necesitamos un aporte de frescura, encontramos los tónicos refrescantes. Estos están pensados para refrescar y limpiar la piel, con el fin de lucir la piel clara y fresca. Formulados en textura acuosa se pueden encontrar incluso en formato bruma para refrescar la piel en cualquier momento del día.
Sin embargo, si nuestra piel es mixta, grasa o tiene un problema puntual de exceso de sebo o poros dilatados, deberemos decantarnos por otro tipo de tónico facial más especializado en tratar estas alteraciones de la piel.
Si nuestra piel sufre una sobreproducción de sebo y sufrimos de exceso de grasa, deberemos decantarnos por un tónico astringente. Este tipo de tónicos, en muchas ocasiones formulados con bases alcohólicas, actúan de sebo-reguladores con el fin de eliminar esa producción excesiva de grasa sin llegar a resecar la superficie cutánea ni deshidratarla. Es por ello por lo que si no tienes la cara mixta o grasa se aconseja no gastar este tipo de tónicos astringentes dado que puede resecarte la cara en exceso y producir una deshidratación de la piel.
Y como indicábamos, si padeces de poros muy visibles o con dificultad para cerrarse, también existe un tónico para ti. El tónico minimizador de poros suele estar realizado con una fórmula no comedogénica encargada de absorber el exceso de grasa y ayudar al poro a contraerse para disimular su aspecto. Con el uso de un tónico minimizador de poros se conseguirá un aspecto de piel lisa y uniforme.
Pero si lo que nos preocupa son los signos de la edad y poder combatirlos, también podemos empezar a hacerlo con el tónico antiedad, antes de hacer uso de tu tratamiento de belleza antiedad. Como los tratamientos antiedad, actúa frente a los signos visibles de la edad como las arrugas o la flacidez, y proporciona a la piel la elasticidad y vitalidad que necesita para frenar su envejecimiento.
¿Cómo se aplica el tónico facial?
Y una vez tenemos elegido el tipo de tónico que mejor se adapta a las necesidades de nuestra piel, deberemos saber aplicarlo correctamente para que cumpla su cometido correctamente.
Para ello impregnaremos un disco de algodón o un tissue con el tónico en cuestión. Lo aplicaremos a toquecitos sobre todo nuestro rostro a excepción del contorno de los ojos.
Acto seguido lo aplicaremos por segunda vez, pero en esta ocasión realizaremos círculos desde el centro de la cara hacia fuera, con el fin de fomentar la circulación sanguínea y así activar el funcionamiento celular.
Para finalizar, realizaremos compresiones con las palmas de nuestras manos en todo nuestro rostro, para ayudar a tonificar la piel y absorber debidamente el producto en profundidad.
Puede que ahora dejemos de ver al tónico facial como el gran desconocido de nuestro tocador y empecemos a verlo como el gran aliado que es: el cual nos ayuda a eliminar los restos de impurezas que la rutina de limpieza no ha logrado eliminar, nos tonifica la piel y a la misma vez nos ayuda a absorber con mayor eficacia el tratamiento posterior que apliquemos.
Y ahora cuéntanos, ¿Qué tipo de tónico necesita tu piel?